18 abr 2010

Solo del 5 de marzo de 2010 : El mayordomo


Abrí este blog con una entrada sobre el laboratorio teatral que forma parte de mi formación teatral de este curso. Entonces, os conté que había empezado a crear un “solo” a partir de una canción: Mother and Father de Madonna (2003).

El 5 de marzo, los espectadores vieron a un mayordomo muy puesto y muy serio que se da cuenta de que la dueña de la casa no esté. Se pone cada vez más contento al limpiar los muebles. Luego, pone música y empieza una coreografía con su plumero. Al final, la dueña llama para decirle que estará en casa en 2 horas. Ella quiere hablar con su gato por teléfono, pero el mayordomo no lo encuentra. Entonces, se pone a hacer él el gato por teléfono. Se acaba la escena.

Para llegar a esta escena, hubo muchos cambios y fue una experiencia muy formadora para mí.

Primero, desarrollé una primera propuesta hasta que Francisco “Pancho” Baglietto me ayudara. He de decir que yo iba a presentar este trabajo como artista invitado durante un espectáculo presentado por Pancho y su tropa. Nos reunimos los dos varias veces para desarrollar el solo. Entonces, llegaron los numerosos cambios… El caso es que empecé con una estética tipo almodóvar y luego me encontré con vestuario muy formal. Antes mi personaje era un ex-chapero desconfiado convertido en mayordomo, después mi personaje era un mayordomo cuyo fetiche era la limpieza.

Éstos eran cambios interesantes que permitían elevar el interés y la energía de la escena. Pero algo me molestaba tanto que no quería presentar el solo en público. Al final, identifiqué el problema: la canción. Presenté Mother and Father al grupo porque Madonna canta sobre la muerte y la ausencia de su madre, algo con lo que me puedo identificar. Con los cambios, el uso de esta canción ya no era justificable e incluso me parecía inaceptable. Entonces la cambié. Se puede aparentar a un capricho o un detalle, pero no lo es. Decidí no comprometer mi integridad artística y personal para un solo. Mother and Father significa algo muy especial para mí, me dio la idea original y si la hubiera conservado, habría transgredido su significación.

Vero siempre nos ha dicho que quería formar a actores inteligentes. Para mí, un actor inteligente hace propuestas y acepta que el director o profesor coja lo mejor de ésta y proponga cambios. Yo no quería trasgredir la idea original, ni el mensaje de la canción. Entonces, elegí otra porque tenía la oportunidad de presentar un trabajo aún así interesante.





Aquella noche, me divertí muchísimo. Mi parte favorita era… la coreografía. Se trataba de Bad Romance de Lady GaGa. Era la canción perfecta para un mayordomo a quien la limpieza le da morbo. Lo disfruté a tope y creo que la gente se divertió. Unos compañeros de la escuela me felicitaron.

Estoy muy contento porque Pancho y yo nos vimos pocas veces, pero aún así el solo creció muchísimo. También soy conciente de los fallos: hubo unos momentos que pasé muy rápido (un defecto que he mencionado en mi entrada previa).

Espero que tenga otra oportunidad de presentar otro trabajo que no es uno directamente relacionado a mi curso de teatro.

Gracias a Pancho por entrenarme y a Grisel para las fotos.

Muestra del 2 de marzo de 2010 : "El enfermo imaginario" de Molière


El martes 2 de marzo de 2010, los alumnos de Interpretación II de la Escuela Teatro presentamos nuestro Work in Progress que constaba de 4 escenas de Molière y una de Shakespeare. Se trataba de una trabajo sobre la caracterización y el estilo.

Lo que me interesó más de este trabajo de primera mitad de curso era la oportunidad de hacer o comedia o tragedia. Ambas me interesaron y es una pena no haber podido experimentar las dos.

En fin, Vane y yo trabajamos en una escena de “El enfermo imaginario” [Le malade imaginaire] de Molière. Tenía muchas ganas de hacer esta obra porque es la primera obra de teatro que estudié en el colegio. Tenía 11 años y una profesora muy inteligente que nos enseñó muchas cosas de manera asequible para nuestra edad. Hace unos meses, volví a leer la obra – en francés – y me puse a reír. Me acordé de lo que aprendí en el colegio y también en la Escuela. Me di cuenta de la fuerza del texto y del subtexto.

Vane y yo elegimos la escena 8 del acto segundo de “El enfermo imaginario”. Argán [Argan], mi personaje y protagonista de la historia, se entera que su hija Luisa [Louison], de 8 años, fue testigo de la visita de un hombre en la alcoba de su hermana mayor. Empieza la escena con Argán sufriendo por una herida, y claro se imagina lo peor ya que es hipocondríaco. Aparece Luisa y empieza un juego entre padre e hija. Al final, Argán saca la información que necesitaba, pero le costó mucho. ¡Pobre!

Me encantó este trabajo. Primero, trabajar con Vane ha sido una colaboración muy interesante y aprendí mucho. Los dos compartimos muchas cosas de nuestras experiencias personales. Por ejemplo, le contó unas anécdotas de mi infancia para que pudiera construir su personaje. Ella me ayudó mucho a corregir un defecto que todavía tengo que mejorar: tomar el tiempo de disfrutar de la situación y observar antes de disparar el texto ya. A partir del primer ensayo, hubo un vínculo entre nuestros personajes y lo desarrollamos hasta el día de la muestra.

El segundo aspecto que me llama más la atención es la caracterización de los personajes. Se trataba de comedia, y no cualquiera, sino una del genio Molière. Aquí, no se trata de adular a un gran autor francés, sino de rendir homenaje a un texto inteligentemente armado en el que se pueda apoyar el actor. Entonces, tuve que definir el arquetipo del hipocondríaco y llevarle a la escena de manera exagerada con el fin de no jugar una caricatura del personaje, sino un personaje real cuyos defectos ridículos se ven enormes y exagerados.

Por fin, el tercer aspecto que me gustó era la estética de la escena. Ya que éramos dos personas de la misma edad haciendo de padre e hija, quisimos ir más lejos eligiendo una estética simplista y futurista. Creo que una imagen dice mucho más que unas cuantas palabras. Un compañero nuestro me ayudó mucho con el tema ropa y me maquilló increíblemente bien el día de la muestra.

Estoy muy contento con nuestro trabajo y creo que he logrado mi objetivo: caracterizar a Argán sin que sea ridículo y construir con Vane un vínculo entre ambos personajes que dio mucho juego. Lo que he de mejorar son los momentos en los que me encuentro solo en el escenario. Me pierdo la energía y no tomo el tiempo suficiente para disfrutar.

Gracias a Vane por trabajar conmigo y a Luis por las fotos (y por venir a verme cada vez que presento un trabajo en público) ٩(•̮̮̃•̃)۶



12 abr 2010

Quote in English

I regard the theatre as the greatest of all art forms, the most immediate way in which a human being can share with another the sense of what it is to be a human being.

-Oscar Wilde 

4 feb 2010

Verónica Pallini en Ràdio 4

La semana pasada La Escuela Teatro estuvo en la radio, si queréis conocer un poco más de su historia y de cómo Verónica Pallini (su directora y mi profesora) se plantea la creación y la interpretación teatral, os animo a que escuchéis la entrevista de Verónica en Ràdio 4.

10 dic 2009

El caos de la creación

Hace ya un par de semanas que no he escrito nada por aquí. Bueno, no es que no me pasa nada a nivel teatral, sino que estoy procesando nuevos conocimientos y nuevas informaciones que me vienen de las clases.

Sin embargo, hoy, me gustaría contar un par de historietas cuyo tema común es el caos. ¿Qué es el caos? Según lo define la Real Academia Española, el caos es el “estado amorfo e indefinido que se supone anterior a la ordenación del cosmos.” Yo lo definiría como “estado amorfo e indefinido que se supone anterior a la ordenación de una escena o de una obra.” Además, la RAE os informo que crear es “producir algo de la nada.”

Dos ejemplos me vienen a la mente. La primera ocurrió el lunes pasado. Vero me invitó a la clase de Iniciación para poder observar la clase. Además, pude mirar con mucha atención el ensayo del grupo, que presentará su primera propuesta el 17 de diciembre en la Escuela Teatro. Pues, el ensayo era caótico, con muchas interrupciones por parte de Verónica que propuso muchos cambios o que pidió a los alumnos de volver a empezar su escena. Después de darse cuenta de que los alumnos se encontraban un poco despistados, ella les aseguró que era normal, que los ensayos eran siempre algo caóticos porque siempre se prueban muchas cosas nuevas hasta lograr a la propuesta final.

El otro ejemplo es que lo que estoy viviendo con Vane, mi compañera de reparto. Nosotros dos trabajamos juntos una escena de “El enfermo imaginario” de Molière. Escena cortita que da mucho juego. Soy Argán, el enfermo imaginario y Vane es Luisa (Louison en la versión original), su hija de 8 años.
Empezamos a aprender el texto y ensayar durante el puente, concretamente nos encontramos 3 veces. A ver, de momento todo es caótico: tenemos que dominar el texto (por lo corto y brillante que es, nos resultará fácil), profundizar el vínculo entre ambos personajes, decidir en qué época situar la escena y proponer una estética adecuada, probar gestos y acciones que hacer en el momento adecuado, también he de probar varias cosas hasta que capture la característica del hipocondríaco, etc. ¡Vaya caos!
Anteayer, la primera pasada de la escena nos salió bien, con muchas informaciones y consejos de Vero que hay que tomar en cuenta.

Al salir de la clase, me sentí agobiado, con todas estas cosas que pensar y con la sensación de haberme olvidado todas las recomendaciones dadas en clase. Pensé: “Joder, ¡qué follón!” ٩(̾●̮̮̃̾•̃̾)۶

Hoy, me quedo con la sensación de que aunque las cosas parezcan un poco más claras, me encuentro en un caos total. En fin, está muy bien así porque si hago caso a la oposición caos / cosmos, entonces sí creo que hemos empezado bien el miércoles pasado y que muchas cosas ocurrirán hasta que os presentemos nuestra muestra el 23 de febrero de 2010.

22 nov 2009

La espontaneidad del instinto

¿Qué tienen los niños y los animales en común? Yo diría: la espontaneidad del instinto.

De hecho, me refiero a dos ejercicios, cada uno experimentado en una clase diferente. En el primero, había que elegir un animal y coger una característica suya. Luego, hicimos improvisaciones quedándonos con esta característica apenas visible.
En el segundo ejercicio, que tomó lugar el martes pasado (17-nov), teníamos que acordarnos de nuestra infancia y de la habitación que teníamos a los 6~9 años. Después improvisamos como niños.

Lo interesante aquí es el comentario formulado por mis compañeros al final de la clase pasada. Cuando nos ponemos en la piel de un animal o de un niño, aunque ni somos el uno ni el otro, de cierta manera somos más espontáneos en nuestra forma de ser. Como humano/animal (lince), me mostré más directo con la gente. Como niña, una compañera mía mordió a un niño-compañero, cuya reacción era muy expresiva, menos contenida que si hubiera actuado como adulto. El censor cultural que mencioné en mi última entrega no existe para el animal y se está contruyendo en la mente del niño, entonces el instinto (y consiguientemente la espontaneidad) tiene aún más importancia.

Esta cuestión me interesa mucho porque a nivel personal, el 2009 ha sido muy significativo por varios acontecimientos que me han ocurrido. Una de las consecuencias positivas es haber vuelto en fiarme mucho más en mi instinto y me va muy bien así. Me siento algo felino…